lunes, 27 de febrero de 2012

Trabajo coreográfico: teoría y práctica

Este día la sesión fue diferente, se concentró todo en el movimiento. El profesor nos enseñó una coreografía en compás cuaternario para que nosotros completásemos con ella el siguiente trabajo: teorizar la coreografía práctica realizada en clase (partes A y B) e inventar 8 compases cuaternarios (parte C), buscando también su aplicación en una canción. 

A continuación muestro mi trabajo, con teoría sobre cómo nos enseñó el profesor los pasos de baile, y la explicación textual y gráfica de los movimientos. Al final del trabajo se incluye la coreografía completa para la canción "Some Kind of Wonderful" de Grand Funk Railroad, con un pequeño añadido de pasos para lograr que las frases coreográficas coincidieran con las frases de la canción:


lunes, 20 de febrero de 2012

Jugamos con el metrónomo

Al entrar en el aula de música, el profesor se encontraba sentado en una de nuestras sillas: el comienzo de la clase nos tocaba a nosotros. Nos invitó a ir saliendo para mostrar las actividades que habíamos pensado con metrónomo. La primera parte de la clase trascurrió con nuestras exposiciones y la participación de los compañeros es los juegos propuestos. Al terminar, Tomás nos pidió que hiciésemos al menos una crítica positiva y una crítica negativa de todo lo que habíamos visto y que recogiésemos por escrito todos los juegos expuestos así como las posibles variaciones o críticas que quisiéramos hacer. 

A continuación aparecen desarrollados los juegos para introducir el metrónomo en el aula de infantil que ese día fueron explicados: 

1. Juego o actividad de carrera y pausa según el tempo del metrónomo. 

El juego presentado consiste en realizar una carrera del siguiente modo: partiendo de una línea de salida, hay que correr entre pulso y pulso del metrónomo, parando en seco cada vez que éste suene. 

Desde mi punto de vista, requiere haber trabajado anteriormente unas actividades que introduzcan y presenten el metrónomo a los niños. No obstante, considero que es un buen método para trabajar los pulsos del metrónomo y familiarizarse con él una vez que los niños ya sepan cómo funciona y de qué partes se compone. Permite, además, que el metrónomo se traslade a otros espacios fuera del aula, como por ejemplo la sala de psicomotricidad, para realizar con mayor comodidad los desplazamientos que implica la actividad. 

El juego trabaja la concentración, la atención, la coordinación audio-motriz, la diferenciación entre pulso y pausa y, por tanto, la percepción de un espacio de tiempo entre cada pulso del metrónomo, el equilibrio estático y la familiarización y conocimiento del objeto. 

2. Exposición propia: combinación de “Soy metrónomo” + “El ritmo del metrónomo” + “Cuántas palmadas” 

Primero se introduce y presenta la herramienta, intentando que sea de un modo cercano y divertido para los niños: “Os voy a presentar a un señor muy, muy, muy, importante para todos los músicos. ¿Sabéis quién es? Es el señor metrónomo. ¡Mirad! (muestra del metrónomo). ¿A que es muy bonito? Pues este señor metrónomo es capaz de hacer una cosa… ¡que ni os imagináis!”

Mi metrónomo tendrá colocado en el centro el dibujo de una cabeza para poderlo marcar claramente y poder hacer las actividades siguientes; esto nos permitirá hacer como si la varilla del metrónomo fuese un cuerpo, pudiendo identificar sus movimientos con los nuestros. Antes de comenzar a realizar las siguientes actividades, veremos de qué se compone el metrónomo y cómo se llama cada parte, pudiendo hacer comentarios y analogías sobre las mismas: caja, varilla, piececita, escala de números.




Después de que los niños conozcan el metrónomo, podemos jugar a "Somos metrónomos", donde les mostraré lo que el metrónomo es es capaz de hacer (mover su varilla de un lado a otro con diferentes velocidades). Primero les enseñaré el tempo lento, y tendremos que movernos como si nuestro cuerpo fuese un péndulo de un lado a otro, siguiendo el tempo. Después, realizaremos la actividad con diferentes velocidades. 

Esta actividad se puede enlaza con "El ritmo del metrónomo" donde, para adentrarnos en el uso de éste, imitaremos su sonido. Volveré a dar cuerda al metrónomo y observaré que cuando la varilla llega al centro o se “pone recta” (sirve de guía el dibujo de la cabeza) suena un “tic”. De este modo, comenzaremos con el tempo de 40 bpm y ascenderemos progresivamente hasta llegar a 100 bpm. A medida que observan la velocidad de los movimientos y el sonido de cada tempo, se realizará la actividad, incluyendo a “Somos metrónomos” palmadas en nuestros movimientos. Tendremos que señalar que nuestro cuerpo es como la varilla del metrónomo, por tanto, cuando nos balanceemos de un lado a otro seremos la varilla moviéndonos; cada vez que nuestro tronco esté recto, daremos una palmada. 

Cuando la coordinación movimiento-palmada sea dominada, podremos pronunciar un monosílabo con cada palmada (sol), diferenciando cada tiempo, lo cual nos servirá para la actividad siguiente. Así sucesivamente imitando el sonido del metrónomo. 

Por último, podemos hacer juegos como "¡Cuántas palmadas!" o "¡Qué divertido es el metrónomo!". 

En "¡Cuántas palmadas!" Primero les explicaré que antes de que la varilla llegue al centro (antes de que el cuerpo se ponga recto y demos la palmada) podremos dar tantas palmadas como queramos. Para no perdernos con los sonidos, asignaremos una palabra de tantas sílabas como figuras tenga cada tiempo, de modo que la primera sílaba se corresponda a la palmada del centro y las sucesivas a las que entran entre pulso y pulso. Comenzaremos con dos corcheas en cada tiempo, a diferentes velocidades: lu-na, correspondiéndose cada sílaba a una corchea. Después, introduciremos tres corcheas en cada tiempo, también a diferentes velocidades (pá-ja-ro) y cuatro corcheas (cho-co-la-te). 

Una vez que ya hemos trabajado las negras y las corcheas en cada tiempo, realizaremos actividades de ritmos con el metrónomo siguiendo el modelo que les marque, jugando a "¡Qué divertido es el metrónomo!" Para hacer los sonidos utilizaremos palmadas, palmas sobre las piernas, patadas en el suelo y pitos con los dedos. 

Con estas actividades opino que se trabajan varios aspectos: la atención, la concentración, el conocimiento de las partes del metrónomo, el conocimiento del funcionamiento del metrónomo, la lateralidad, la imitación, la coordinación audio-motora, el ritmo, el conocimiento de la división de las palabras en sílabas. 

3. Conversaciones con el metrónomo 

En la actividad propuesta, dos personas tienen que mantener una conversación siguiendo los pulsos que marca el metrónomo. La actividad se complica a medida que se aumenta la velocidad de los pulsos por minuto. 

Es una actividad muy divertida que también trabaja la concentración, la atención, el vocabulario, el ritmo, la percepción de los pulsos marcados por el metrónomo. 

4. Ritmos con el metrónomo 

La actividad propuesta por mi compañera consiste en colocarse en corro (todos o algunos alumnos) y realizar ritmos siguiendo una serie cada vez que el metrónomo suene al marcar el tempo. De este modo, cada uno debía dar una palmada con las manos o sobre las rodillas con cada “tic”, según le correspondiese. La serie que nosotros realizamos era palmada – palmada – rodilla. 

Esta actividad ofrece varias posibilidades de combinaciones de ritmos, incluyendo patadas en el suelo con el pie derecho, pie izquierdo, pitos con ambos dedos o con la izquierda-derecha, palmadas, palmadas sobre ambas piernas o alternando derecha-izquierda, etc. 

Mediante este ejercicio musical se ponen en marcha varias habilidades como la atención, la memoria, la concentración, la audición, la coordinación audio-motriz, el sentido de ritmo y la familiarización con el tempo marcado por el metrónomo. 

5. Orquesta grupal con metrónomo 

Esta actividad, muy divertida, nos hacía tomar el papel de percusionistas dentro de una gran orquesta. La directora de orquesta, en este caso, nos dividió en tres grupos. Un grupo se encargaba de dar palmadas, otro de dar patadas en el suelo y el tercero y último tocaba pitos con los dedos. Según las instrucciones de la directora de orquesta, unos u otros grupos tocaban su percusión; de este modo, si la directora levantaba la mano orientándola hacia uno de los tres grupos, ese grupo empezaba a tocar lo que le correspondía sin dejar de hacerlo hasta que la directora se lo indicase bajando la mano, pudiendo tocar más de un grupo a la vez. 

Cada palmada, patada en el suelo o pito con los dedos debía hacerse cada vez que el metrónomo marcase el tempo. Este ejercicio requiere mucha atención y concentración para escuchar el sonido del metrónomo y para captar las órdenes de la directora de orquesta. Con él se trabajan también el ritmo, la coordinación audio-viso-motriz y la percepción de las diferentes velocidades de tempo que puede marcar el metrónomo. 

Para realizar el juego o actividad es necesario que, en primer lugar, la maestra actúe de directora de orquesta y explique claramente a cada grupo qué tiene que hacer, ensayando con él primeramente su percusión siguiendo el metrónomo. Es necesario también el silenció para captar el tempo del metrónomo. Esto último puede constituir una complicación a la hora de ejecutar el juego, pues al actuar dos o más grupos simultáneamente el ruido puede despistar a los niños y provocar que los sonidos se realicen a destiempo o más rápido/más lento que las señales acústicas del metrónomo. 

6. El metrónomo humano 

En esta actividad un niño o la profesora/profesor tiene que meterse en el papel de un metrónomo, y señalar el tempo que el niño quiere que marque con movimientos y sonidos. Para ello, su cuerpo será el metrónomo, la mano será la piececita y el tronco del cuerpo equivale a la escala numérica que señala la velocidad del tempo. El niño que debe marcar el tempo se convertirá en las varillas, pues debe simular su movimiento según la velocidad que el metrónomo humano esté marcando. De este modo se trabajan la coordinación audio-motriz y la lateralidad. 

El juego se centra principalmente en trabajar las velocidades del metrónomo, de modo que si la persona que hace de metrónomo coloca su mano en la parte alta de su tronco, la velocidad ha de ser lenta, mientras que la velocidad aumenta a medida que desciende la colocación de la mano sobre el tronco. 

Una posible variación de este ejercicio es implicar al grupo completo pidiendo que todos marquen el tempo, con la velocidad adecuada, mediante body percussion o sonidos (tic-tac, sol, lu-na, etc.) 

Para realizar este ejercicio, considero que es importantísimo que se deje muy claro a los niños que cuanto más arriba esté la piececita en la varilla del metrónomo, más lento será el tempo, y cuanto más abajo se encuentre más rápido será el mismo. 

7. Adivina el tempo 

En este ejercicio, el educador/a colocará la piececita del metrónomo a diferentes alturas para que éste produzca tempos en distintas velocidades. Un niño, o todo el grupo, deberá actuar de metrónomo humano colocando su mano sobre la altura correcta de su tronco, según si la velocidad que marca el metrónomo es rápida (parte baja del tronco) o lenta (parte alta del tronco). 

En este ejercicio también es necesario que los niños tengan claro que cuanto más arriba se encuentre la piececita, más lento será el tempo, y cuanto más abajo más rápido será. 

8. Bailamos con el metrónomo 

En este juego de baile, debemos realizar un movimiento determinado cada vez que suene el metrónomo. Con esta actividad, también intervienen la atención, la memoria de los pasos coreográficos, la concentración, la coordinación audio-motriz, la motricidad, la lateralidad. 

9. El trabalenguas y el metrónomo 

Como el título del juego indica, consiste en vocalizar un trabalenguas, en este caso “Tres tristes tigres”, al ritmo según el tempo que marca el metrónomo. De este modo, se comienza recitando el trabalenguas muy despacito y se aumenta la velocidad progresivamente. 

Requiere conocer el trabalenguas, implica la pronunciación correcta, la memoria, la concentración, la percepción de la velocidad del tempo, la audición atenta. 

10. Torre de manos 

Para realizar este juego, algunos niños se deben colocar en corro rodeando una mesa. Deben construir una torre de manos a la velocidad que lo indique el metrónomo. 

Es un juego que me pareció un poco difícil de realizar con niños pequeños, pues a mayor velocidad, más difícil es realizar la torre correctamente y, probablemente, terminarían haciéndose un lío de manos. 

11. Director de orquesta con palmas y pies. 

Antes de explicar la actividad, mi compañera nos comentó que primero presentará el metrónomo en el aula como un nuevo compañero, y propondrá la búsqueda de un nombre para él entre todos. 

Después nos explicó esta actividad, en la que todos pertenecíamos a una orquesta. Siguiendo el tempo del metrónomo, hay que dar palmadas o patadas en el suelo según la directora indique. 

Al igual que en el otro ejercicio sobre orquesta, este juego implica a la atención, a la concentración, a la coordinación audio-motriz y acerca al alumno a un conocimiento práctico del metrónomo. 

12. Moviéndonos por el espacio. 

En este juego hay que moverse por el espacio del aula siguiendo el tempo marcado. Si es lento, tenemos que movernos muy despacio y suavemente, mientras que cuanto más rápido es, más veloces y bruscos serán nuestros movimientos. 

Implica la coordinación audio-motora, la audición del sonido del metrónomo, la motricidad, la atención y la concentración. 

13. El ladrón y la carrera. 

Este juego, muy similar al anterior, consiste en movernos como ladrones sigilosos cuando el tempo sea lento y como ladrones a la carrera cuando el tempo sea rápido. 

Otra variante es movernos como determinados animales, según sean rápidos o lentos. 

14. La construcción del metrónomo humano 

Para acercarse al conocimiento de las partes del metrónomo, una compañera propuso este juego que consiste en construir, con varios alumnos, un metrónomo: dos alumnos formarán la caja, otros dos representarán la varilla oscilando (uno se coloca en la derecha y otro en la izquierda), uno será la varilla y otro será la piececita. 

Un aspecto que no me gustó de este juego la instrucción de que cada componente de la varilla debe hacer “tic” o “tac”, según cual sea su posición, representando el sonido del metrónomo. Creo que es una instrucción errónea porque, desde mi punto de vista, el metrónomo marca el tempo en el centro, no en los extremos. Esto me lleva a pensar que un pequeño error o una duda sobre el funcionamiento de algo puede inducir a que los alumnos aprendan ese concepto erróneamente. 

En cuanto al juego en sí, me parece que es una buena actividad de representación que induce a la observación del metrónomo y al consecuente aprendizaje de sus partes. 

15. Saltando aros. 

Para esta actividad se colocan en el suelo unos aros, formando un círculo con ellos. Los niños se colocan dentro de cada aro, y tienen que saltar al que está a su derecha cada vez que suene el metrónomo. Pueden saltar a la pata coja, con los pies juntos, dando una palmada, etc., y también se pueden hacer cambios de sentido para complicar la actividad. 

Es un juego principalmente motriz, con un añadido musical al centrar el mandato de los saltos en el metrónomo. Como todos los demás, implica concentración, atención, coordinación audio-motriz, etc., pero también implica equilibrio estático y saltos.

Clasificación de actividades

He realizado un cuadro para clasificar las actividades en función del número de participantes. Las "X" corresponden al modo en que realizaron las actividades durante la sesión, mientras que las "x" se refieren a otros posibles modos de realización que considero adecuados para su aplicación. 


Actividades propuestas

Todo el grupo (con o sin subdivisiones)

Grupo en dos o más equipos

Algunos alumnos mientras la clase observa

Corro de algunos alumnos mientras la clase observa
1.
x
x
X

2.
X



3.


X

4.
x
x

X
5.
X



6.
x

X

7.
x

X

8.
x

X

9.
X



10.

x

X
11.
X



12.
x
x
X

13.
x
x
X

14.


X

15.
x
x

X











Críticas de los alumnos

Como decía al principio de la entrada, tras la realización de los juegos, el profesor nos pidió que dijésemos algo bueno y algo malo de algunos de ellos. En general, los juegos que más gustaron fueron el de baile y la conversación. También se felicitó el hecho de haber realizado actividades que implicasen una atención y concentración por parte de los niños, para que siguieran la clase sin perderse. Se criticó negativamente el no saber nombrar las partes del metrónomo, pues esa es la base para la enseñanza del mismo en educación infantil. Se hizo hincapié, además, en que deberían explicar claramente dónde hay que colocar la piececita para que el tempo sea lento y dónde para que sea rápido.

Críticas del profesor

Las críticas más importantes del profesor, dirigidas a casi todo el grupo que había expuesto, se centraban en no utilizar el condicional al explicar una actividad, pues eso lleva a pensar que la actividad “se podría hacer de muchas formas” pero no se demuestra realmente de cuáles; teníamos escondido el metrónomo, colocado encima de una silla curva, en vez de tenerlo sobre un atril frente al grupo; las explicaciones deben ser menos y más sencillas; debemos contextualizar la actividad, imaginar que estamos en el aula de infantil y que se la vamos a explicar a nuestros pequeños; en varias ocasiones hubo referencias al tempo del metrónomo denominándolo ritmo, y por eso el profesor nos pidió que buscásemos la diferencia entre pulso, tempo y ritmo.

Correcciones: Marcha

Le enseñamos a Tomás nuestras representaciones del paso de marcha. Cuando le enseñé el que había hecho , lo estudió durante unos segundos y dijo que no se entendía. Para demostrarme que era muy difícil que otra persona lo entendiera, sacó a otra compañera, le dio mi papel y le dejó unos minutos para pensar e intentar ejecutar los pasos, mientras él atendía otras preguntas y corregía otras coreografías. Mi compañera era incapaz de bailar los pasos dibujados, por lo que me propuse escribirlo en casa de otro modo. Este es el resultado, creo que se entiende mejor, pues mis hermanos fueron capaces de hacer los pasos leyendo los dibujos. 

No obstante, no le enseñé a Tomás esta nueva corrección, por lo que carece de su aprobación o de sus posibles comentarios sobre errores. 


Pulso, ritmo y tempo

El profesor nos pidió en clase que buscásemos qué es el pulso, el ritmo y el tempo para tener claros los conceptos y ser capaces de distinguirlos entre sí:

Pulso


El pulso, es cualquiera de las señales transitorias musicales periódicas que marcan el ritmo, es decir, el latido de la música y la utilizamos para comparar la duración de las notas y los silencios. El pulso es la unidad temporal básica (aun así sub-divisible) de una obra musical. Cuando un oyente da golpes con el pie al escuchar una obra musical, esos golpes son pulsos. 

El pulso es el orden repetitivo más ordenado donde se reconocen unidades rítmicas en una obra musical. Se le llama así porque es como una pulsación que recorre la obra. 

En un compás también se llama pulso al tiempo (cada una de las partes de igual duración en que se divide el compás). 

Tempo


El tempo es la velocidad con que debe ejecutarse una pieza de música. Los tempos fundamentales son cinco y se llaman largo, adagio, andante, allegro, moderato y presto. 

Ritmo


El ritmo en la música se refiere a la frecuencia de repetición (es en ciertas ocasiones irregulares de sonidos fuertes y débiles, largos y breves, altos y bajos) en una composición. El ritmo se define como la organización en el tiempo de pulsos y acentos que perciben los oyentes en una estructura. Esta sucesión temporal se ordena en nuestra mente, percibiendo de este modo una forma. El ritmo está muy asociado a los estados de ánimo. 

El ritmo tiene mucho que ver con definir el compás, el tipo de compás que define al acento y a las figuras musicales que la componen. El ritmo no se escribe con pentagrama, sólo con la figura musical definitoria de la duración del pulso. Si al pentagrama se le agregan notas musicales aparece el sonido. Al sumar los acentos, figuras y un compás definido por el ritmo, surge la melodía. En otras palabras, el ritmo se apoya en los acentos, dando la estructura. La melodía da forma a todo esto.

¡Frío!

"Quiero que penséis, que adaptéis una canción tipo Fever (una canción con base de metrónomo), que la representéis en el aula, que hagáis el payaso". No fueron esas palabras exactamente, pero vinieron a decir eso. 



Su ejemplo: "Entro en la clase, con una bata blanca y a la vez que voy interpretando y haciendo el "payaso" con los niños canto: fiebre, este niño tiene mucha fiebre..." Quiero que hagáis algo así, con Fever o con otra canción que suene como un metrónomo"


"Uuufff madre míííííaa, ¿cómo hago yo esto? Me voy a morir" Me quedé totalmente en blanco, no sabía que inventar, qué introducir, qué cantar... "Podría hacer lo mismo que él ha cantado, que la bata blanca la tengo y puede dar juego. No, no es suficiente, tienes que inventarte algo, no solamente copiar"


Pues pensando, pensando, pensando.. se me ocurrió sustituir la letra de la canción por una ambientada en la llegada del frío...
Por la mañana en la asamblea, les enseño una canción que me he inventado sobre el frío. La vuelvo a cantar y hacemos gestos acordes a la letra. El día continúa hasta que volvemos del recreo. ¿Qué habrá pasado? La Sala de Psicomotricidad está muy cambiada: hace frío en ella y tenemos a nuestro Señor Invierno (dibujo realizado entre todos con motivo del cambio de estación". Los chicos y yo sabemos lo que va a pasar cuando entremos en esa clase: tendremos mucho frío, y lo vamos a representar. Mientras canto la canción, todos realizamos los gestos acordados que representen que tenemos frío, que cogemos bolas de nieve, las lanzamos... los niños tienen que representar aquello que escuchan en la canción. Como yo me sé muy bien la canción Fever de Elvis Presley, la entonación y el ritmo de mi canción van acordes a la original. Además, tendremos la música sonando de fondo... envolviendo nuestro clima y nuestra representación invernal.

¿Qué ha pasado en esta clase?
Acabamos de llegar
Antes no hacía tanto frío
Y ahora no paramos de tiritar

¡Pero que frío!
Pero que frío que tenemos al entrar
¡Frío!
¡Madre mía nos vamos a congelar!

Mirad al Señor Invierno
le vamos a preguntar
¿Es usted el encargado, 
de que tengamos este frío invernal?

¡Pero que frío!
Pero que frío que tenemos al entrar
¡Frío!
¡Madre mía nos vamos a congelar!

Vamos chicos, el abrigo
nos tenemos que abrigar
Esos gorros, y bufandas
no nos podemos resfriar. 

Esto ya es otra cosa
hemos parado de temblar
El Señor Invierno nos mira
Y nos está invitando a jugar

¡Ya no hace frío!
Vamos chicos, cogemos nieve y a jugar 
¡Fría!
Esa nieve, pero que fría que esta

Se nos había olvidado, 
que los guantes aquí están
Si nos los ponemos todos
con la nieve ya podremos jugar

¡Ya no está fría!
Tírame una bola de nieve, que ya no me voy a asustar
¡Frío!
Te hemos vencido, tú ya no nos puedes ganar.

¡Calorcito, calorcito!
Como mola mi abriguito.
En la calle, en el patio
Así siempre podremos jugar

¡Pero sin frio!
Qué divertido es jugar sin tiritar
¡Frío!
Te hemos vencido, tú ya no nos puedes ganar
tú ya no nos puedes ganar, tú ya no nos puedes ganar
tú ya no nos puedes ganar





Jos Wuytack

Al finalizar la clase lo "soltó". Nos recomendó que buscásemos en Google algo sobre el pedagogo musical Jos Wuytack. 

En el texto biográfico de la Asociación Wuytack de Pedagogía Musical  se puede ver que "realizó una intensa carrera internacional como divulgador de una pedagogía activa y creativa basada en las ideas de Carl Orff"

Como compositor, "posee una vasta obra vocal e instrumental para coro, instrumental Orff, flauta dulce, percusión y orquesta sinfónica". También es autor de libros y artículos de educación musical, autor de canciones con gestos para niños, profesor de educadores y profesores de música...

Aquí se puede ver la interpretación de una de sus piezas con flauta dulce y percusión:


Con respecto a las canciones con gestos, en su libro "Cantar y descansar: Canciones con gestos" propone 50 canciones compuestas para niños pequeños con el fin de "enriquecer el vocabulario, trabajar la articulación, introducir un ritmo simple y espontáneo, descubrir progresivamente el sentido de la melodía, elaborar la buena posición de la voz, desarrollar el sistema psicomotriz a través de los gestos, practicar la técnica de los instrumentos y aprender a moverse e improvisar en el espacio" (Jos Wuytack).

Tan solo leyendo esto, me llama enormemente la atención y me invita a leerlo, a guardarlo como oro en paño para su aplicación didáctica en el aula. Creo que libros como éste son básicos en la biblioteca del profe de Infantil.



Pero lo que más me llama la atención es, quizás, su sistema de Audición Musical Activa, basada en la metodología del musicograma. En el número 47 de Eufonía Didáctica de la Música, se encuentra publicado este artículo sobre la Audición musical activa con el musicograma de Wuytack.

Esta propuesta de Wuytack requiere de la participación activa del oyente y utiliza la percepción visual para mejora la percepción musical, de forma que se encuentra destinada a enseñar la audición a niños y jóvenes no músicos.


Considero que es una lectura recomendable, pues en el artículo se contemplan aspectos tales como:

  • Fundamentos psicológicos de la audición musical activa: 
    • La participación activa del oyente, en el nivel físico y mental, a través de los materiales musicales de la obra, antes de escucharla.
    • El enfoque de la atención del oyente sobre la música durante la actividad de audición, y el reconocimiento de los materiales musicales que han sido previamente interpretados. 
    • El análisis de la forma musical a través de la asociación con una representación visual simbólica de la totalidad de la música.
  • Qué es un musicograma: es un registro gráfico de los acontecimientos musicales, una representación visual del desarrollo dinámico de una obra musical. En él, la notación musical convencional es sustituida por un simbolismo más sencillo y accesible para los oyentes no músicos, con el que se pretende ayudar a la percepción de la estructura total de la obra. Están indicados la forma y los elementos musicales (ritmo, melodía, textura, timbre, dinámica, tiempo)
  • Factores pedagógicos básicos de la audición musical activa:
    • Elegir el repertorio musical: recomendablemente fragmentos cortos. 
    • Elegir las estrategias para aprender los materiales musicales: expresión verbal, expresión vocal, expresión instrumental, expresión corporal. 
    • Aprender los aspectos contextuales de la música. 
    • Escuchar la música por lo menos tres veces. 

De un modo especial me alegro de haber encontrado esta información, pues en el primer cuatrimestre abordamos con otro profesor el recurso del musicograma para Educación Infantil pero para mí la figura de su autor era desconocida. De hecho, durante mi Prácticum II tuve que realizar una programación didáctica, y en ella incluí actividades musicales con musicograma, sin conocer realmente toda la teoría que se encuentra tras el concepto. Al leer el artículo, me llamaron la atención dos aspectos: 

  • El musicograma va dirigido a un repertorio específico de la música clásica; es decir, no todas las obras son susceptibles de ser representadas a través de un musicograma.
  • Las obras más adecuadas son la música instrumental, en particular la música orquestal con una métrica regular y una estructura clara. Obviamente, en la clase de educación musical se han de incluir otras obras y piezas musicales de otros géneros y estilos, cuya enseñanza puede requerir estrategias distintas.
Mi "musicograma" (ya no sé si llamarlo así), no se basaba en la representación de ninguna pieza musical, sino que trabajaba la dinámica. A continuación muestro la descripción de la actividad y las fotografías del material:

Musicograma otoñal. Se repasarán, mediante un musicograma de sonidos, los aspectos sonoros “fuerte-débil”. El musicograma contendrá dibujos que representen sonidos de la estación: una nube con lluvia, que representa el sonido de la lluvia al caer (plof), una nube soplando, que representa el sonido del viento (fiuuu), una bota pisando hojas secas, que representa el chasquido de las hojas (chas), una castaña que representa el sonido del fruto al golpear el suelo (pum).

El musicograma se dividirá en 9 compases de dos por cuatro, en cada uno de los cuales entrarán dos dibujos. Según el tamaño de cada dibujo, el sonido será fuerte o débil: fuerte si es grande y débil si es pequeño.





También realicé otras actividades musicales con materiales gráficos. No los considero musicogramas como tales, pero sí creo conveniente exponerlo aquí porque son las ideas que en su momento se me ocurrieron para enseñar una canción o trabajar elementos musicales en infantil recurriendo a apoyos gráficos. Sé que es mucho lo que tengo que aprender, que mis ideas se pueden y deben trabajar, reconstruir y perfeccionar, y gracias a la propuesta de Tomás de "buscad Jos Wutack" puedo apoyarme en una bibliografía y en unos trabajos de un valor único, puedo recurrir a las enseñanzas de este importante pedagogo musical para abordar en mi labor docente una Educación Musical lo más estimulante y adecuada posible a las características de mis niños.

Cantamos: “El otoño ya llegó”. Aprenderemos una canción sobre el otoño utilizando, además de la audición, imágenes de cada verso y la letra escrita debajo de cada imagen. Colocaré en la pizarra la secuencia de la canción en imágenes y debajo de cada imagen pondré carteles con frases de la letra, para que relacionen la letra escuchada con la visualizada. Las primeras dos veces que escuchemos la canción, iré señalando cada imagen; cantaremos una tercera vez visualizando los elementos de la pizarra sin mi ayuda. Volveremos a cantarla en otros momentos del día: unas veces con la guía de la pizarra y más adelante de memoria.

Ritmos con frutos secos y carnosos. Realizaremos diferentes ritmos utilizando la palabra y su descomposición en sílabas. Realizaremos tres ejercicios donde trabajaremos el ritmo sin altura ni dinámica, el ritmo con sonidos fuertes y débiles (dinámica), y el ritmo con sonidos agudos y graves (altura). Para ello, se utilizarán cinco dibujos que representen palabras relacionadas con los frutos secos y carnosos del otoño; algunas palabras tendrán el sufijo -ita para conseguir el valor de la corchea en un compás simple: dibujo de castaña (cas-ta-ñi-ta), dibujo de bellota (be-llo-ti-ta), dibujo de manzana (man-za-ni-ta), dibujo de nuez (nuez), dibujo de uvas (u-vas). En la explicación, los dibujos se acompañarán de los respectivos carteles de lectoescritura con las palabras descompuestas en sílabas.

Una vez explicadas las palabras asociadas a cada dibujo, se realizará el primer ejercicio. En una línea dividida en diez compases, aparecerá una secuencia de los dibujos anteriormente explicados; los niños tendrán que ir diciendo las palabras del mismo modo en que se las expliqué.

El siguiente ejercicio de dinámica está orientado a repasar los aspectos sonoros “fuerte-débil”. En una línea dividida en diez compases, se colocarán arriba los sonidos que serán pronunciados con un tono fuerte (dibujos más grandes) y debajo los sonidos pronunciados con tono débil (dibujos más pequeños).

El último ejercicio, de altura, está destinado a repasar los aspectos sonoros “agudo-grave”. En una línea dividida en diez compases, se colocarán arriba los sonidos que tendrán que ser pronunciados con voz aguda y debajo aquellos que serán pronunciados con voz grave.